lunes, 25 de marzo de 2013

Descubrimiento dominical

Domingo, 4 de la tarde, practicando soffing ball a gustísimo.

Viene mi precioso a pedirme que nos vayamos a dar un paseo... Refunfuño, refunfuño, no tengo ganas de salir que aquí se está muy bien, jo, para dónde vamos a ir ahora, etc...

Al final, me animo(a) y salimos a andar (Sí, somos como los viejos que salen a andar sin ningún destino).

Vamos hacia la zona del auditorio, donde voy (o vamos) cada vez que necesito estar cerca del mar... Cambiamos un poco la ruta, nos metemos a bordear una pequeña montaña que hay al lado del parque marítimo, y toma: descubrimos una playa maravillosa.




Siendo realistas, maravillosa lo que se dice maravillosa... no es. Es pequeña, tiene rocas y como está cerca de la refinería, a veces los olores no son del todo agradables, vamos a decirlo así... Pero para mí es maravillosa porque está cerca, porque puedo ir andando y porque estará ahí para mí cada vez que necesite remojar los pies en agua salada.


Moraleja: No quejarme tanto cuando me invitan a pasear.



No hay comentarios:

Publicar un comentario