viernes, 19 de abril de 2013

Arrugas y felicidad

Hoy me he mirado al espejo (que me miro todos los días eh, pero vamos, que me he mirado-mirado quiero decir)... y me he visto arrugas.


Chan, chan, chaaaannnnn (tragic music!!!)



Tras ese gran descubrimiento matutino... He tenido tiempo para darle muchas vueltas durante la mañana. Y al final, conclusión: Me viene dando bastante lo mismo.

Hasta hace relativamente poco no me había cuidado nada la piel, lo reconozco, pero nada, nada. 
- Hola, me llamo Isa, y hasta hace unos meses nunca había usado una hidratante...
- Hola Isa, bienvenida!

Ahora ya he entrado en el mundo de la cosmética por la puerta del supermercado. Sí, soy pobre, y me compro las cremitas en Mercadona. Pero lo llevo bien, eh, no se vayan a pensar. Siempre me ha parecido que en lo de las cremas hay muuuucho de patraña y poco de verdad, que una crema hidrata más o menos igual valga 6 euros o 60 (igual es el consuelo de los pobres...)


Y la mayoría de arrugas que tengo... ¿de qué son?.

Exacto. De reírme. De reírme mucho. 

Y por eso mismo no me importan lo más mínimo. Significan que la mayoría del tiempo estoy feliz y eso se nota en mi piel y en mis patas de gallo... Son el peaje que pago día a día por mis carcajadas, por hacer el payaso, por compartir con los amigos, por ponerle una sonrisa a cada día que empieza.

Y me voy a seguir arrugando... porque pienso seguir riendo todo lo que pueda y más.


Seré una viejita muuuy arrugada... pero habré sido muy feliz. Y por supuesto, habrá merecido la pena.



...Sólo espero de por vida seguir despeinado 
y que no me falte viento para seguir despeinado 
sólo espero de por vida 
reír con los amigos 
no besar sólo los besos que se dejan en los vasos...

No hay comentarios:

Publicar un comentario