jueves, 6 de junio de 2013

La gota y el vaso



No es que duela.
No es que haya rencor.
No es decepción... 

Es mucho más. 

Creí en tus palabras, porque era inconcebible para mí que mintieras... De los errores es de lo que más se aprende.

Después, creí en tus ojos... y seguí aprendiendo.

Uno se cansa de encontrarse siempre con espaldas, con palabras vacías, con manos ausentes. Uno se cansa hasta de lo que siempre creyó que no podría dejar de adorar. Y ese cansancio, a veces, deja una huella imborrable. Irreparable. Imposible de arreglar. 

Un día, la gota... esa gota que rebosa el vaso.

Y hasta ahí. 

Ahora, toca salir a la calle... En busca del sol.

2 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

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  2. te escribo aquí por si no ves el comentario en el post de las galletas, pero madre mía cómo me encantan!!!

    Yo acabo de crearme un blog: http://norwegianwood8.blogspot.com.es/

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