Hace ya una semana o más que acabé este libro, y no he escrito la reseña porque realmente no sabía qué escribir. ¿Sabes cuando algo te gusta mucho, y a la vez, no te gusta?… Pues eso es lo que me ha pasado con este libro. Mejor me explico.
Es el primer libro que leo de este autor (que después me enteré de que es el autor también de Expiación), así que lo cogí sin saber lo que iba a encontrarme. Escuché a alguien en un programa de la 2 decir que este libro era genial y su escritor aún más. Y no estoy de acuerdo en lo primero pero sí (y mucho) en lo segundo.
La historia se desarrolla entre Londres y Brighton. Es una trama de espionaje en la Guerra Fría, así que obviamente hay espías, amor, protagonistas que entrelazan sus historias a lo largo de la novela, y un escritor que cuela sus relatos entre la historia principal.
En mi opinión, el desarrollo es muy lento, en ocasiones pesado. Quizás sea porque lo del espionaje no me va mucho. En los últimos capítulos el libro se hace más interesante y no puedes parar de leer, aunque el final para mí es demasiado inocente.
Lo mejor de este libro, sin duda, es su autor. Su forma de escribir es realmente magnífica. No sientes que sobre o que falte ni una de las frases. Todo justificado, todo medido, todo exactamente donde tiene que estar. Este señor es un maestro de la escritura, y me ha servido para conocerle y para estar totalmente segura de que buscaré otros libros suyos muy pronto.